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17º Foro Latibex: Primera mesa de debate - Visión macroeconómica de Latinoamérica 2015

La primera mesa de debate del 17º Foro Latibex, ha versado sobre una visión macroeconómica de Latinoamérica y en la que han participado representantes de Bradesco, Santander, BBVA y Grupo Financiero Banorte.
Juan Ruiz, economista jefe para América del Sur de BBVA, ha centrado el debate en la situación que está atravesando América Latina y la desaceleración económica. "Es la primera vez en 15 años que América Latina va a crecer por debajo de la OCDE", ha asegurado Ruiz en relación a las perspectivas de crecimiento de la región para el próximo trienio.
La década prodigiosa de las economías latinoamericanas llegó a su fin en 2014. Este 2015 se acentuará el parón y continuará en los próximos años, según los expertos. Aun así, el economista de BBVA ha diferenciado entre países como México, Chile o Perú, que continúan creciendo, y Brasil, que sufre una fuerte desaceleración.
Ruiz ha hablado de las oportunidades de la región como "lo bueno, lo feo y lo malo". Entre los aspectos positivos están "la menor vulnerabilidad y las mejores políticas macroenómicas"; menos atractiva resulta "la falta de productividad que no cierra la brecha que existe entre América Latina y Estados Unidos. Hay cosas que no han cambiado tanto y sin viento de cola se acaba una parte sustancial del crecimiento", ha concluido.
Antonio Cortina, director adjunto del servicio de estudios de Banco Santander, también ha incidido en esta idea y se ha referido a la caída del precio de las materias primas y la situación de China. Cortina ha hablado de la necesidad de reformas. "Un crecimiento del 2-3% puede ser el caldo de cultivo para aplicar las reformas que estamos pidiendo a América Latina".
En conjunto, los emergentes no van a hacerlo mucho mejor en 2016 que en 2015. Cortina no cree que 2016 "vaya a ser un año especialmente brillante" debido a "la situación de China, las condiciones financieras y el aumento de la deuda y las dificultades geopolíticas".
En opinión del experto, China busca la implementación de reformas estructurales que compensen su desaceleración potencial. La inestabilidad de los mercados chinos se expande a los emergentes.
La Fed va a subir los tipos, probablemente en diciembre, y tendrá un efecto muy importante si se produce de forma abrupta. Incluso si se hace bien, tendrá consecuencias adversas sobre las condiciones financieras globales.
Las condiciones financieras no son terribles pero tampoco tan favorables como en los últimos años. Estos factores ya están pesando y lo seguirán haciendo, limitan el crecimiento de las economías emergentes. Latam va a registrar una desaceleración, en conjunto, una caída de medio punto este año.
Cortina se ha referido al declive del precio de las materias primas y ha señalado su "efecto adverso" en estas economías ya que reduce el margen de las políticas económicas de estos países. En Venezuela, Chile, Ecuador e incluso Colombia tiene más impacto. Los países más vinculados al precio de los metales, como Chile, están más ajustado. Y en los dependientes del petróleo todavía están luchando con estos factores.
La situación política también se presenta como un factor clave en el crecimiento económico del país. América Latina no ha sentido tanto el precio de la deuda como el conjunto de los emergentes o los países asiáticos. "La situación de la deuda no es tan grave como en las economías asiáticas". También ha fortalezas "ajuste tipo de cambio, altos volúmenes de reservas, flujos de financiación que no han aguantado mal, mayor financiación de moneda local y margen institucional más fuerte que en el pasado".
Al igual que Juan Ruiz, Cortina ha incidido en la importancia de las reformas estructurales necesarias para el desarrollo de la región. Brasil crecerá este año alrededor de un 3% y caerá al año que viene a un ritmo del 2%. "Se debe al deterior del entrono internacional pero, sobre todo, tiene causas domésticas, por las medidas un tanto heterodoxas en lugar de impulsar el crecimiento que dieron lugar a una mayor inflación, un déficit exterior creciente y una pérdida de credibilidad".

Las elecciones de 2014 han marcado un cambio de dirección en las políticas económicas. Cortina ha señalado la depreciación del real y la subida de tipos del Banco Central Brasileño que mejoran las perspectivas de inflación. "El Gobierno ha aumentado las tarifas públicas y ha reducido la oferta de crédito de la oferta pública. Ha tomado medidas estructurales equivalentes al 1,5 ? 2% del PIB. La deflación sigue ahí, pero se ha producido un ajuste fiscal". Sin embargo, Cortina lo considera todavía insuficiente, algo que merma la credibilidad de las finanzas públicas del país y aleja a los inversores extranjeros.
Brasil tiene fortalezas importantes: "las cuentas externas son sólidas, la deuda pública y privada no es excesiva, la banca es sólida, la demografía crece. Si se consigue un acuerdo política podría haber una recuperación del crecimiento", añadió.
Por su parte, Delia Paredes Mier, directora ejecutivo de análisis de Banorte, fue positiva respecto a las perspectivas económicas de México. "No nos afecta el tema de China, aunque como el resto de mercados estamos sujetos a esta volatilidad". En un contexto en el que todo parece indicar que la Fed va a empezar a subir los tipos en diciembre. "Está más claro que el agua. Ya no es una cuestión de cuanto sino de cuándo y cómo", insitió Mier.
Hasta ahora, para asegurar la liquidez en los mercados cambiarios Banorte ha tenido que utilizar las reservas internacionales, teniendo que echar mano de varios mecanismos para proveer de liquidez al mercado. "Yo no hablaría de debilidad de las monedas emergentes sino de fortaleza del dólar. Llevan año y medio diciendo al mundo que su economía está preparada para subir las tasas de interés, nos dicen sí pero no nos dicen cuándo", afirmó Mier, que cree que los mercados emergentes están más preparados para enfrentar esta volatilidad. "Si bien las empresas están más apalancadas el plazo de la deuda es mayor", añadió en este sentido.
En el caso de reformas macro podemos decir que por primera vez en mucho tiempo hemos cumplido. Esto nos pone en una posición favorable frente a los mercados emergentes. Esta vez podemos decir que ha servido, tenemos un déficit fiscal bajo control, aunque el año que viene va a ser complicado porque va a haber un recorte en términos fiscales.
Estamos relativamente lejos de la economía china, que se está desacelerando. Los grandes retos de la economía mexicana son implementar las reformas estructurales y reforzar el estado de derecho.
Muy distinta es la situación de Brasil. Fabiana D´Atri, Senior Economist de Banco Bradesco (Brasil), no ha omitido la desconfianza que pesa sobre su país, pero ha invitado a "pensar en las oportunidades, porque la crisis no va a durar para siempre". China todavía se beneficia de Latinoamérica. Hay que darse cuenta de cuatro realidades: "El mismo partido político lleva en el poder 16 años, hay un parón del consumo, la corrupción, que es más frecuente que antes, y la ausencia de reformas", añadió.
Vivir en Brasil ahora es un desafío. "Estamos pagando la falta de productividad. La divisa debe ser ajustada cuando es más fácil comprar en Miami que en Brasil. Ajuste de los precios y la inflación. Hay que hacer reformas fiscales, pero en muchos casos el Congreso frena muchas de las medidas propuestas", afirma la ejecutiva. Controlar la corrupción es necesario y exige una nueva tendencia para Brasil. "Todas las constructoras están involucradas y hay que pararlo. No tenemos desarrollo de las infraestructuras porque hay una falta de confianza: no se invierte, no se consume, no se produce... Esto lleva al desempleo y a situaciones de problemas para las compañías, sobre todo financieros", aseguró.
"Probablemente estamos viviendo la peor recesión. La gente evita gastar, la inflación está muy alta por los precios de la comida y los precios de los servicios se resisten a bajar. Para los gobiernos locales es más fácil incrementar las tasas", denunció.


D´Atri ha señalado que las oportunidades para su país pasan por "repensar la economía, reabrir la economía de Brasil, no solo a las exportaciones, sino también a las importaciones, y la necesidad de invertir en infraestructuras para crear posibilidades de crecimiento".
También reabrir la economía de Brasil, que se ha cerrado en los últimos años con el proteccionismo. Brasil tiene que abrirse a las importaciones, no solo a las exportaciones.

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